Había una vez un hombre al cual, durante un lunes tormentoso por la noche, con estridentes truenos y granizo del tamaño de un puño, se le ocurrió decir: "¡QUE LINDO DÍA PARA HACER UN ASADO!"; despues se le ocurrió mandar a pintar este anuncio. (Este anuncio se colocó hace sólo dos semanas)
Posteado por Eugenio García Blanco
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